Librerías Externas
C++ no dispone de utilidades o funciones para entrada o salida implementadas en el propio lenguaje, de modo que estas y otras muchas, como manejo de cadenas de caracteres (strings), manejo de ficheros, funciones matemáticas Etc. son implementadas en forma de librerías externas.
Una librería es un conjunto de recursos (algoritmos) prefabricados, que pueden ser utilizados por el programador para realizar determinadas operaciones.
Las declaraciones de las funciones (prototipos) utilizadas en estas librerías, junto con algunas macros y constantes predefinidas que facilitan su utilización, se agrupan en ficheros de nombres conocidos que suelen encontrarse en sitios predefinidos. Estos ficheros se suelen llamar "de cabecera", porque es tradición utilizar las primeras líneas del programa para poner las directivas #include que los incluirá en el fuente durante la fase de preprocesado.
Procesos de construcción del ejecutable
Clases de librerías
Los compiladores C++ incluyen un amplio repertorio de clases, funciones y macros que permiten realizar una amplia variedad de tareas, incluyendo entradas/salidas de bajo y alto nivel; manipulación de cadenas alfanuméricas y ficheros; control de procesos (incluyendo multiproceso); manejo de memoria; cálculos matemáticos y un largo etcétera.
Este repertorio de recursos es denominado colectivamente como "Rutinas de librería"; "Librerías de ejecución" RTL ("Runtime Librarys") o simplemente "Librerías". Puede decirse que el lenguaje aislado (tal cual) no tiene prácticamente ninguna utilidad sin la concurrencia de estas utilidades. El Estándar C++ las clasifica según su utilidad:
• Soporte del lenguaje
• Diagnóstico
• Utilidades generales
• Cadenas alfanuméricas ("Strings")
• Localización
• Contenedores
• Iteradores
• Algoritmos
• Cálculo numérico
• Entrada/Salida
Librería Estándar C++
Para poner un poco de orden, el Estándar C++ define la denominada Librería Estándar
de Pantillas, o STL ("Standar Template Library"), que debe acompañar a cada implementación del compilador que se adhiera al estándar. Es decir: la norma determina cuales son, como se llaman y como se utiliza este conjunto de algoritmos que deben acompañar (como mínimo) a cada implementación del compilador que quiera llamarse "Estándar". La última versión, ISO/IEC 14882 del año 1998, especifica que se compone de 32 ficheros de cabecera de nombres fijos y conocidos agrupados según la funcionalidad de los algoritmos.
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